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Desde el cáncer y enfermedades cardiovasculares, a la depresión, pasando por la artritis, en numerosas enfermedades el pimiento picante puede demostrar sus extraordinarias cualidades
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La riqueza en vitaminas (especialmente A, E, C, además de hierro) es uno de los puntos que hace del pimiento picante un alimento muy a tener en cuenta para la salud. Además, la guindilla contiene capsaicina, que es la responsable de la sensación de ardor en la boca. Es una sustancia antioxidante, que se usa también como medicamento para hacer desaparecer el dolor.
Las propiedades vasodilatoras y anticolectorol del pimiento picante son reconocidas por todos. A ellas se une la acción de la vitamina PP, que hace elásticos los capilares, y de la vitamina E, que aumenta la oxigenación de la sangre.
Usado sobre el cuerpo, externamente, la guindilla tiene un efecto revulsivo, es decir, dilata los capilares y calienta.
Algunas teorías defienden que la comida picante es afrodisíaca por su alto contenido en vitamina C.
Estudios fiables han demostrado que la capsaicina reduce el crecimiento de las células cancerosas.
En China el pimiento picante rojo se utiliza contra la depresión. También en la India, donde la medicina tradicional ayurvédica, nacida hace 6.000 años, sostiene que la guindilla «estimula el espíritu y la sangre».
La guindilla se aconseja en la curación preventiva del infarto y enfermedades cardiovasculares.
Las cocinas orientales usan abundantemente el pimiento picante y superan así el problema del hígado y vesícula biliar.
